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¿Cómo influye la luna en el desarrollo de las plantas?


La luna es un astro que ha fascinado al ser humano desde tiempos inmemoriales.

Su influencia en la naturaleza es evidente, especialmente en los ciclos de las mareas, los ritmos biológicos y el comportamiento animal. Pero, ¿sabías que la luna también afecta al crecimiento y desarrollo de las plantas?


En este artículo te explicaremos cómo las fases de la luna pueden favorecer o dificultar ciertas labores en el huerto o el jardín, y cómo aprovechar este conocimiento para obtener mejores cosechas y plantas más sanas y vigorosas.


La luna y la savia de las plantas


La teoría que sustenta el efecto de la luna en las plantas se basa en que la posición de la luna, sus fases y su relación con el sol afectan el flujo de la savia, que es el alimento de la planta. La savia es una sustancia líquida que circula por los vasos conductores de la planta, transportando agua, sales minerales y azúcares desde las raíces hasta las hojas, flores y frutos, y viceversa.


La savia se mueve por la presión que ejerce el agua que entra por las raíces y por la transpiración que se produce en las hojas. Sin embargo, este movimiento también está influenciado por la fuerza de gravedad y por la atracción que ejercen el sol y la luna sobre la tierra, generando las mareas.



Así, cuando la luna está en su fase creciente o llena, la savia tiende a ascender hacia la parte aérea de la planta, favoreciendo el desarrollo de las hojas, los tallos, las flores y los frutos. Por el contrario, cuando la luna está en su fase menguante o nueva, la savia tiende a descender hacia las raíces, favoreciendo el desarrollo del sistema radicular y la reserva de nutrientes.


La luna y las labores del huerto y el jardín


Teniendo en cuenta el movimiento de la savia según las fases de la luna, podemos planificar las labores del huerto y el jardín de forma que se adapten al ritmo natural de las plantas y se optimicen los resultados. A continuación te damos algunas recomendaciones generales, pero recuerda que cada planta tiene sus particularidades y que hay otros factores que pueden influir en su desarrollo, como el clima, el suelo, el riego, las plagas, etc.


Cuarto creciente


En esta fase se incrementa la luz y se observa que el desarrollo de las hortalizas es equilibrado: hay un desarrollo tanto en la parte aérea de la planta (hojas) como en las raíces. Durante la fase de cuarto creciente es buen momento para:


- Germinar semillas. Puedes comenzar el proceso de siembra un par de días antes y verás que estas semillas germinan antes y mejor que durante otras fases lunares. Se produce este suceso porque las aguas subterráneas se movilizan y puede aumentar la disponibilidad de agua a la que tengan acceso las raíces de las plantas y las semillas que están germinando.

- Trasplantar plantas de hoja, flor o fruto. Al tener la savia en la parte aérea, las plantas se adaptan mejor al cambio y sufren menos estrés. Es conveniente regar bien después del trasplante para facilitar el enraizamiento.

- Podar plantas de hoja o flor. Al podar en esta fase, estimulamos el crecimiento de nuevas ramas y hojas, y favorecemos la floración. Es importante desinfectar las herramientas de poda para evitar la transmisión de enfermedades.

- Abonar con compost o humus de lombriz. Al abonar en esta fase, aportamos nutrientes que las plantas pueden aprovechar mejor, ya que la savia está en movimiento y los absorbe con facilidad.


Luna llena


Durante la luna llena observaremos que el crecimiento del follaje de las plantas es más llamativo que el desarrollo de las raíces. Es una fase característica porque sigue incrementando la luz de la luna. El flujo de la savia de las plantas se moviliza por toda la planta, desde las raíces hasta la última hoja o fruto. Es una etapa activa. Durante la luna llena es buen momento para:


- Sembrar o trasplantar plantas de fruto, como tomates, pimientos, berenjenas, calabazas, melones, sandías, etc. Al tener la savia en la parte aérea, las plantas desarrollan mejor sus frutos y son más productivas.

- Cosechar frutas, verduras y hortalizas. Al cosechar en esta fase, obtenemos productos más jugosos, sabrosos y nutritivos, ya que la savia está en su punto máximo de concentración. Además, se conservan mejor y por más tiempo.

- Recolectar flores, hierbas aromáticas y medicinales. Al recolectar en esta fase, obtenemos flores más bonitas y aromáticas, y hierbas con más principios activos y propiedades terapéuticas. Es conveniente hacerlo por la mañana, cuando las plantas están más frescas y con el rocío.

- Abonar con purines o infusiones de plantas. Al abonar en esta fase, aportamos nutrientes y sustancias que las plantas pueden asimilar rápidamente, ya que la savia está en circulación y los distribuye por toda la planta.


Cuarto menguante


En esta fase se reduce la luz y se observa que el desarrollo de las hortalizas es más lento y se concentra en las raíces. Durante la fase de cuarto menguante es buen momento para:


- Sembrar o trasplantar plantas de raíz, como zanahorias, remolachas, nabos, rábanos, cebollas, ajos, patatas, etc. Al tener la savia en las raíces, las plantas desarrollan mejor sus órganos subterráneos y son más resistentes a las plagas y enfermedades.

- Podar plantas de fruto o leñosas. Al podar en esta fase, evitamos que las plantas pierdan mucha savia y se debiliten. Además, favorecemos la cicatrización de las heridas y prevenimos las infecciones. Es importante podar solo lo necesario y no hacer cortes muy grandes.

- Eliminar malas hierbas. Al eliminar las malas hierbas en esta fase, evitamos que vuelvan a brotar con facilidad, ya que la savia está en las raíces y les cuesta más recuperarse. Es conveniente hacerlo con una azada o un escardador, sin remover demasiado el suelo.

- Abonar con cenizas o harinas de rocas. Al abonar en esta fase, aportamos minerales que las plantas pueden almacenar en sus raíces y utilizar cuando los necesiten. Estos abonos son de liberación lenta y mejoran la estructura y la fertilidad del suelo.


Luna nueva


Durante la luna nueva observaremos que el crecimiento de las plantas es más pausado y se produce una menor actividad vegetativa. Es una fase característica porque disminuye la luz de la luna. El flujo de la savia de las plantas se ralentiza y se acumula en las raíces. Es una etapa de reposo. Durante la luna nueva es buen momento para:


- No hacer nada. Sí, has leído bien. En esta fase es mejor dejar que las plantas descansen y se preparen para el próximo ciclo lunar. No es conveniente realizar labores que impliquen estrés o alteración para las plantas, como sembrar, trasplantar, podar o cosechar. Lo único que podemos hacer es regar con moderación y observar el estado de las plantas.

- Planificar las próximas labores. Aprovecha esta fase para revisar tu calendario lunar y planificar las tareas que vas a realizar en las siguientes fases. Así podrás organizarte mejor y anticiparte a las necesidades de tus plantas. También puedes aprovechar para leer, investigar o aprender más sobre el efecto de la luna en las plantas y otros temas relacionados con la agricultura ecológica.



Conclusión


Como has visto, la luna tiene una influencia notable en el desarrollo de las plantas y en las labores del huerto y jardín.

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